EL MEJOR EXPERTO TAMBIÉN FUE UN DÍA APRENDIZ DESCONOCIDO
Siempre me ha apasionado la psicología y las familias. Pensar cómo funciona el ser humano, por qué se comporta de esa manera, cómo lo influye el ambiente… Pero nunca creí que la vida misma me lo fuera a enseñar tan de cerca. Para cuando me casé ya había estudiado la carrera en psicología y la maestría en asesoramiento familiar. Tuve muchos maestros, buenos y malos, y de todos aprendí. Pero, mis dos grandes maestros de vida, y por los que estoy donde estoy y me dedico a lo que me dedico, se llaman Joserri y Eugenia.
Convertirme en mamá fue el reto mas grande personal y profesionalmente, el mayor reto que mi esposo y yo pasamos como pareja y mi mayor cambio de identidad. Al que me pregunta “¿Cómo te fue esos primeros meses?”, siempre le respondo que fueron los peores 6 meses de mi vida (mis hijos lo valieron y lo volvería a hacer un millón de veces, pero vaya que fueron retadores). Cada uno de mis hijos, en su propia manera y a su propio ritmo fueron mis grandes maestros.
Joserri, mi hijo mayor, no dormía ni de día ni de noche, lloraba todo el tiempo. Yo no sabía que tenía depresión post parto, solo sabía que cada anochecer me daba una angustia paralizante de pensar en la eterna noche que me esperaba con un bebé que no dormía. Ahora entiendo como esas noches de desvelo, de incertidumbre, de no saber si estaba haciendo un buen trabajo, de llanto -suyo y mio- me llevaron a apasionarme por el tema del sueño – tan necesario en la salud de mi bebé, superar el reto de mi depresión post parto, mejorar mi relación de pareja y volver a reconocerme a mi misma – que termine dedicándome a la asesoría de sueño infantil. Me certifiqué como asesora de sueño, tomé mas cursos relacionados al desarrollo infantil y sueño y me convertí en instructora de dicha certificación y supervisora de asesoras de sueño de habla hispana en el mundo.
Eugenia, mi chiquita, nació con neumonía y la tuvimos en la NICU sus primeros 15 días de vida. Yo no la conocí hasta mas de un día después de nacida, y la pude cargar hasta casi 9 días después. Ella fue mi gran maestra en cómo la lactancia y el apego hacen maravillas en nuestra salud y desarrollo. Fue impresionante como en el momento en que pudieron darle mi leche, ella mejoró a pasos agigantados – aún y que el doctor nos dijo que no estaba respondiendo a los medicamentos – y cómo, tener la oportunidad de estar ahí con ella 24/7 fueron clave en su mejoría. Ella me enseñó que la relación mamá-hija es poderosa y que de nosotros depende quién serán de adultos. Cuando yo estaba bien, ella también. Por ella es que me propuse dar siempre una atención personalizada teniendo siempre la lactancia y el apego como prioridad, aún sobre el sueño.
Esta soy yo y esta es mi historia. No ha sido perfecta, mas de una vez he querido tirar la toalla y me he sentido derrotada. No te lo voy a negar. Pero ellos, mis dos grandes maestros – y la vida -, siempre tienen un as bajo la manga.
¿Hubieron sido diferentes – e incluso mas sencillos – esos primeros meses de haber tenido el conocimiento que tengo ahora? Probablemente. Sin embargo, creo firmemente que este era un camino que yo tenía que recorrer para poder ayudar a tantas familias como lo he hecho. He podido atender a cientos de familias desveladas, cansadas, con dudas sobre si lo están haciendo bien (tal como lo estaba yo), he podido supervisar a asesoras de habla hispana en el mundo, he salvado lactancias gracias a que han dormido mejor, he ayudado a mamás a superar la depresión postparto gracias a que han recuperado su sueño perdido; Pero sobre todo, he podido compartir la importancia que el sueño, la lactancia y el apego tienen en el desarrollo de nuestros hijos.
Espero que estos cursos que gracias a Kiik Consultores puedo presentarte, te den la guía, la información y la luz que a mi me hubiera gustado tener cuando tuve a mis hijos.
¡Que descansen!
Mariana Villarreal
Fundadora Happy Dreamers y Asesora en Sueño Infantil